Sabemos que uno de los progresos más importantes de la
sociedad hacia la igualdad entre hombres y mujeres ha sido la incorporación de
la mujer al trabajo público y remunerado. Este logro, sin embargo, no ha sido
acompañado de la deseable “incorporación” del hombre al trabajo doméstico, o no
tanto como sería deseable.
El reparto de responsabilidades en el hogar es una cuestión
de todos y de todas. Esto se puede y se debe conseguir con un gran esfuerzo
colectivo. Hacer compatible el trabajo y la familia, es decir, conciliar la
vida familiar y profesional, no es un asunto privado ni “un problema de mujeres”.
En definitiva, se debe tender hacia las masculinidades
igualitarias, hombres que se desenvuelven de manera autónoma, horizontal e
igualitaria con respecto a sus compañeras. El mayor beneficiario de esta
postura es el hombre que puede mostrarse libremente, sin ataduras ni prejuicios
tradicionales.
Entre el alumnado debemos fomentar esta masculinidad del
siglo XXI para conseguir una sociedad más justa e igualitaria que conforme
personas que muestran sus afectos con naturalidad y que participan y valoran
las labores domésticas tanto como las productivas.
Las actividades que se están llevando a cabo para
trabajar estos contenidos son:
- Taller Código Joven del Instituto Andaluz de la
Juventud.
- Actividad: La guerra de titanios
- Compromiso de corresponsabilidad con la familia.
- Taller de cocina: “Recetas típicas”
- Talleres: La educación afectivo-sexual y su diversidad
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